viernes, 30 de julio de 2010

De ceniceros y máquinas succionantes

Well, si es verdad lo que dicen por allí, en el fondo es mentira. Sólo necesitas una súper miniascpiradora conectada a la red eléctrica de tu ciudad y entonces el problema está solucionado. Hablo de la ceniza. Hoy estaba viendo una peli a la vez que me estiraba en el sofá, muy comodón, bohemio y un poco borracho. He hecho uno de mis movimientos espasmódicos y aun siento las quemaduras que me ha ocasionado el enigmático y fantástico viaje del cigarro por mi espalda, más allá de mi camisa. Cuando me siento duele, a no ser que la silla no tenga respaldo, ya que la más dolorosa de las quemaduras se sitúa en el coxis. Luego, y de allí viene el inicio de mi escrito, me han llamado y he tirado el cenicero (de una especie de papel de aluminio ultra denso, están en Rodilla) lleno de la ceniza de quince cigarros. No sabía qué (este acento es cortesía del corrector de Word) hacer y, más sabiendo la manía por la limpieza de mi querido compañero de piso, así que le he pillado la miniaspiradora y he aspirado la ceniza. Si no utilizo ese sistema es muy chungo quitarla. Palabra.

P.S.(He empezado con Well porqué me siento muy anglosajón, zorras)

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