martes, 2 de marzo de 2010

La canción de Cristina (o Lucy Para Acto II)

En el escenario una mesa, con un mantel de cashemir verde. Alrededor de la mesa, unos butacones de cashemir rojo. Encima de la mesa, una lámpara de pie con tres bombillas, una azul, otra roja y una morada. Sobre la lámpara, una peluca rubia.
Los personajes son:
-El fraile gordo: un obeso inquisidor franciscano, que viste como tal.
-Lucy: una chica de bandera, rubia, tonta y con sida.
-Cristina: una filosofa mona y pequeña con un vestido blanco y una trenza.
-HUMOR: un semidiós.

Se abre el telón. Están los personajes sentados. Lucy y Cristina a un lado de la mesa, el Fraile y HUMOR al otro. Un foco ilumina a cada uno de ellos, dejando el resto del escenario tan sólo visible gracias a las bombillas de la lámpara.

Cristina-
No somos un cuadro. Estamos actuando, cada acción será diferente e irrepetible, no se nos observa, se nos vive.

El fraile
-Obscenidades dice usted. Nuestra vida es fruto del mandato de Dios, entonces somos meros cuadros que Él observa. Y cuando se canse de hacerlo, al contrario que cualquier obra colgada en una pinacoteca, desapareceremos tal y como nos muestra la escatología.

Lucy-Lamer sellos va mal para el organismo, pero yo los lamo no sea cosa que en ellos este el remedio.

Cristina- ¿Quién ha invitado a la tipa esta?

HUMOR-Fui yo, la encontré en un bar comiendo colillas con la esperanza de que estas le curasen el sida y le dije que si venía se sanaría del todo. ¿No es divertido?

El fraile-Calla ser anacrónico e inexistente. Tal como iba diciendo...

Crisitina-¡Silencio morsa efebófila! Lo que ha hecho HUMOR no está bien. El rey universal, Súper Taldo, seguro que lo sancionaría.

HUMOR-Filósofos, no seréis todos feos, pero aburridos un rato.

Lucy-¿No me curará el sida venir aquí?

HUMOR-Bueno, si lames la barriga de el fraile gordo puede que sí...

El fraile-Demasiado mayor para mi, ya debe tener 20 años.

Cristina-Muchacha, vete de aquí y déjanos continuar con nuestra elevadísima verborrea. Y recuerda, el sida es incurable y morirás sola, triste y con un aspecto tan desagradable que seguramente ni siquiera los servicios médicos querrán coger tu cadáver de la calle. Será a partir de las once de la noche, cuando acudan prestos los agentes especiales del gobierno mundial, también conocidos como BCNetas, a limpiar las calles y metan tu hediondo cadáver en un camión semiinsonoro que encontrarás la paz.

-HUMORHitler!

FIN DEL ACTO SEGUNDO

2 comentarios:

  1. sólo puedo decir que megamola(s).
    :)
    voy a mencionarte en mi famosísimo blog y en mi multivisitado facebook para que las masas te adoren a ti también.

    ResponderEliminar
  2. Votaré cuantas veces sea necesario para que salga que no en la encuesta.

    El ese

    ResponderEliminar